1 ¿DÓNDE ESTÁ JAIME? 2 Jaime y María están en el jardín. Hoy el clima es agradable, está muy cálido. ¡Pero ayer hizo mucho frío! Y no pudieron jugar afuera. A Jaime y a María les encanta jugar, ellos siempre juegan juntos en el jardín frente a la casa grande. 3 Jaime es un pequeño niño y tiene seis años. La pequeña niña es su hermana, tiene cinco años. Jaime tiene un perro pequeño, ahora el perro también está en el jardín. Al perro le gusta jugar con los dos niños. El perro está muy feliz ahora. 4 ¿María también tiene un perro? No, María no tiene un perro. Ella tiene un gato. Pero el gato está en la casa, durmiendo. 5 Su madre está dentro de la casa con el gato, ella mira por la ventana y ve a Jaime y María jugando. Jaime corre rápidamente hacia un árbol grande y viejo, se está escondiendo de María. ¿Sabes por qué? María está sentada y tiene las manos frente a sus ojos. No puede ver nada y está contando. ¿Por qué hace eso? ¿Y qué está haciendo Jaime cerca del árbol? 6 Es un juego. Cuando María termina de contar, observa a su alrededor. Está buscando a Jaime: ¿A dónde ha ido? ¿Lo has visto? 7 María no sabe dónde está Jaime. Le pregunta al perro: “¿Has visto a Jaime?”. ¡Pero claro que el perro no puede hablar!. Así que María no obtiene ninguna respuesta a su pregunta. ¡La gente nunca obtiene respuestas cuando le habla a un perro! 8 María mira a su madre detrás de la ventana, su madre está riendo. María piensa que ella ha visto a dónde ha ido Jaime: “¡Dime dónde está!”, le dice a su madre. “¡No María, no te puedo decir!”, le contesta. Aunque probablemente sepa donde está, ella no quiere decirlo. 9 María camina lentamente por el jardín. Aún está tratando de encontrar a Jaime. Ella busca bajo la mesa y bajo las sillas. Pero Jaime no está ahí. Ella busca en todas partes pero no logra encontrar a Jaime. 10 Entonces ella escucha un ruido, viene de atrás del gran árbol viejo. ¿Podría ser Jaime? ¡Ahí está el sonido otra vez! Ella escucha con atención. No es un ave u otro animal. Ahora ya puede oírlo bien. ¡Debe ser Jaime! 11 Luego ella ve una pequeña mano y cuando se acerca más, ¡también ve su cabeza! Se ríe y dice: “¡Te he encontrado!”. Ambos están felices y van a la casa, es hora de comer algo y tomar un poco de agua.